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Magnífico escultor y gran imaginero del barroco andaluz. Se formó con su padre Alonso de Mena y con Alonso Cano. Pronto puso en Málaga su propio taller y brilló por la pureza de su línea, la serenidad y la habilidad de los rasgos de los rostros que perfilaba con mimo y las posturas piadosas de sus bellas y dulces producciones. Supo armonizar los retorcidos rasgos del Barroco con los más íntimos sentimientos que se suscitaba con sus imágenes religiosas.
Fabricó con arte la "Sillería de la Catedral de Málaga". Pero fue en imágenes como "La Inmaculada", "San Pedro de Alcántara", "S. Francisco de Asís" y "La Magdalena", donde sus dotes sobresalieron con admiración de todos.
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